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Regala la experiencia Ricard Camarena

Esta experiencia es una analogía de la cocina de Ricard Camarena. Se adapta día a día. A veces hora a hora.

Cada minuto, hora y día que pasa transforma delicadamente la composición, revelando nuevos elementos con el paso del tiempo.

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Preludio en Ricard Camarena Restaurant

 

 

Antes de ejecutar una obra musical hay que afinar los instrumentos, fijar el tono y ensayar la voz. Es lo que se conoce como Preludio. Ese breve momento en el que todo se ajusta antes de la interpretación. Ricard Camarena ha incorporado un particular Preludio gastronómico a todos sus menús, con los que preparar el paladar para el festín.

 

El cocinero ofrece una serie de aperitivos gastronómicos, que se comen con la mano, de un bocado. Una sucesión de sabores, texturas y matices, que son una declaración de intenciones de lo que vendrá en cada uno de los platos que hay en la carta. Ácidos, cítricos, sedosos, picantes, aterciopelados… y sobre todo, sabor.

 

El hilo conductor del Preludio de Ricard Camarena son las verduras, muchas de ellas cultivadas en sus propias huertas de las pedanías valencianas de Mahuella y Tauladella. Habas, zanahorias, cebollas, calabacines, nabos, alcachofas, rábanos, remolacha, hinojo…

 

Camarena afina el paladar con unas vainas de habas al vapor seguido de un jugo de pollo con jerez y hoja de limonero que reconforta el alma. Tras este elixir llega el dúo formado por nabo, rábano y cremoso de caviar de salmón y piel de calabacín, steak tartare y requesón. Dos bocados de mar y tierra.

 

El Preludio continúa con una sorprendente cebolla asada rellena de anchoa, ajo negro y aderezada con trufa, junto a un fresón, tomate picante y shiso. El siguiente snack es una de las verduras fetiche de Camarena: una mini alcachofa frita con hinojo y pimienta, que va seguida de remolacha asada, cremoso de anguila y eneldo.

 

El tono del paladar se acaba fijando con un espárrago verde con mantequilla de café y una zanahoria asada con coco y comino. El Preludio varía al son de la oferta que produce la huerta. También han pasado por él berenjenas, acelgas y otras verduras.

 

Ricard Camarena, sin querer pretenderlo, en este Preludio une gastronomía y música, otra de sus pasiones, como refleja la trompeta, su trompeta, que preside la antesala del restaurante. Bienvenidos a Ricard Camarena Restaurant. Pasen, siéntense, el Preludio está a punto de comenzar.

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